Cientos de miles de extranjeros viven actualmente en Francia sin papeles. Algunos llevan aquí años, muchos trabajan y/o tienen hijos nacidos y educados en Francia.
Se calcula que entre 300.000 y 500.000 extranjeros viven actualmente en Francia sin permiso de residencia, en algunos casos desde hace más de diez años.
Su situación irregular, que les priva de derechos sociales y de autorización para trabajar, les sume a menudo en múltiples formas de precariedad, tanto material como psicológica.
Esto se debe a una política migratoria que se ha vuelto muy restrictiva y que muchos observadores consideran alejada de la realidad migratoria y de las necesidades de nuestra sociedad. Estas personas, muchas de las cuales trabajan a pesar de todo, son esenciales para nuestra economía, sobre todo en sectores en los que escasea la mano de obra.
En un momento en el que el gobierno quiere legislar sobre la regularización laboral de estos empleos escasos, Secours Catholique y otras entidades hacen campaña por una regularización más amplia y rápida, para proteger a estos miles de personas dándoles derechos y permitiéndoles salir de la pobreza.
De este modo, podrán por fin llevar una vida normal en nuestra sociedad e implicarse en ella como actores de pleno derecho.
Más contenidos sobre este tema en la web de Secours Catholique.