En este Día Internacional del Migrante, que se celebra el 18 de diciembre de 2024, RAEMH destaca la inspiradora historia de Moriba Kader, a través de su viaje migratorio, ha tomado iniciativas que han tenido un impacto significativo en la comunidad de Touba, en el noroeste de su país de origen, Costa de Marfil. Su historia ilustra los retos a los que se enfrentan las personas que un día emprendieron el camino, y su potencial para convertirse en agentes del cambio, tanto en sus países de acogida como en sus países de origen.

UN VIAJE MARCADO POR LOS RETOS Y EL APRENDIZAJE
En 2009, Kader se marchó de Costa de Marfil a Argelia en busca de una vida mejor. Ante las difíciles condiciones de vida en Argel, recibió apoyo de Cáritas y se formó con la ONG Rencontres et Développement en la lucha contra el tráfico  de inmigrantes y las actividades generadoras de ingresos (AGI). Estas enriquecedoras experiencias marcaron un giro decisivo en su carrera.
Tras regresar a Costa de Marfil en 2014, seguido de otro traslado a Argelia en 2015, Kader volvió definitivamente a su país natal en 2018, impulsado por una clara visión de contribuir al desarrollo local y ofrecer a los jóvenes de su comunidad una alternativa a la emigración.

 INICIATIVAS CON IMPACTO DURADERO
De vuelta a Costa de Marfil, Kader fundó la asociación Life on Land y puso en marcha el proyecto «Koonan en transition», que combina la agricultura sostenible, la sensibilización medioambiental y la reinserción socioeconómica de los jóvenes. En 2020, estas iniciativas cobrarán impulso gracias al apoyo de la fundación Iris. El proyecto de Kader pretende transformar las prácticas agrícolas locales, formar a jóvenes y mujeres en técnicas agroecológicas y crear empleo a nivel local.
Las acciones de Kader han tenido un importante impacto positivo en su comunidad. A través de talleres, campañas y testimonios, comparte su experiencia personal para informar a los jóvenes de los riesgos que pueden encontrar al salir a la carretera. Su mensaje es claro: «Es posible triunfar aquí, siempre que creas en tu potencial y te involucres activamente en tu comunidad».

Kader trabaja en estrecha colaboración con facilitadores comunitarios para maximizar el impacto de sus iniciativas. Organiza formación práctica en agroecología y horticultura, impartiendo conocimientos esenciales para la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria. Estas sesiones permiten a los participantes adquirir las herramientas necesarias para mejorar sus medios de subsistencia preservando al mismo tiempo el medio ambiente. También pretenden concienciar a la comunidad de la importancia de preservar los ecosistemas locales, al tiempo que ofrecen formas prácticas de generar ingresos.

Al mismo tiempo, Kader ha invertido en agricultura, actividad que considera una poderosa palanca para mejorar las perspectivas económicas de los jóvenes.
La ambición de Kader es dar esperanza a los jóvenes que a menudo se enfrentan al desempleo o al éxodo, mostrándoles que la agricultura puede ser una alternativa viable y próspera.El sueño de muchos jóvenes de esta comunidad es algo más que la mera supervivencia. Aspiran a tener oportunidades económicas sólidas, ya sea en su país o en otro. Estas iniciativas, lideradas por Kader y Bamba, proporcionan un marco para convertir esos sueños en realidad, creando un ecosistema propicio a la capacitación y el desarrollo.

UN MODELO INSPIRADOR PARA LAS GENERACIONES FUTURAS
A través de sus historias y proyectos, Kader demuestra que la resistencia y el compromiso pueden convertir los obstáculos en oportunidades. Combina formación, sensibilización y apoyo para tener un impacto positivo en las comunidades, al tiempo que inspira otras iniciativas locales. Su ejemplo inspira no sólo a los jóvenes de Touba, sino también a todos aquellos que en todo el mundo tratan de construir un futuro mejor aprovechando al máximo sus experiencias migratorias.

En el Día Internacional del Migrante, la RAEMH pide que se reconozcan y valoren las contribuciones de las personas que se desplazan. La historia de Kader nos recuerda que cada persona es un constructor de puentes entre culturas y un actor clave en el desarrollo local, capaz de iluminar nuevos caminos para las generaciones futuras.
Celebremos juntos a las personas en movimiento. 
Joel CELIA, Responsable de Comunicación de la Red de Movilidad Humana África-Europa.