El pasado 8 de octubre del 2023, los obispos de las dos Diócesis de las Islas Canarias nos dirigíamos al Pueblo de Dios para mostrar nuestra preocupación por la realidad migratoria que están experimentando las islas, exhortar a las comunidades cristianas a promover la cultura de hospitalidad y expresar su disposición a colaborar en la búsqueda de soluciones.
También apelábamos al resto de comunidades autónomas a la apertura y a la solidaridad interterritorial para afrontar la contingencia humanitaria especialmente en relación con menores y jóvenes migrantes no acompañados, que es un deber ante las leyes españolas e internacionales, así como un bien moral para todo católico.
Una vez más, en fidelidad con el Evangelio queremos exponer lo siguiente:
- Rechazamos la instrumentalización ideológica y los discursos alarmistas que puedan tener lugar en torno a menores migrantes o al complejo fenómeno de las migraciones.
- Recordamos que el repunte migratorio responde a un contexto internacional de falta de seguridad y futuro en dignidad en muchos países condicionados por los desequilibrios del comercio internacional; guerras inducidas en países para controlar riquezas mineras; gobernantes que no procuran el bienestar de sus pueblos, con la complacencia de gobiernos y empresas multinacionales; el lucro en torno al comercio de armas y el negocio del tráfico de personas. Sin condiciones de vida, trabajo, dignidad para las poblaciones de los países emisores no será fácil reducir los flujos migratorios. Muchos de estos hermanos nuestros no iniciarían un viaje tan incierto y peligroso si en sus pueblos y países se vivieran situaciones más justas y si España y Europa promovieran más eficazmente vías para una migración legal, ordenada y segura.
No podemos olvidar que las aportaciones que hacen las personas migrantes a nuestra sociedad son notables. Hacemos una llamada a todos para crear la cultura del encuentro, superar la fobia al extranjero, luchar contra las mafias y favorecer el desarrollo de los países de origen. Como afirma la Encíclica Fratelli Tutti [FT]. Se trata de realidades globales que requieren acciones globales, evitando una “cultura de los muros” que favorece la proliferación de mafias, alimentadas por el miedo y la soledad (FT 27-28).
- Somos conscientes del esfuerzo extraordinario de gobernantes y de la sociedad canaria, pero a su vez, observamos que los centros de acogida vuelven a estar saturados y la insuficiencia de infraestructuras dificulta una acogida digna y acorde con los derechos humanos de las y los menores no acompañados.
- Mostramos nuestra alegría ante la noticia de que nuestros gobernantes y la mayoría de nuestros políticos han abierto un camino de esperanza para ayudar al pueblo de Canarias a dar solución a esta realidad.
- Alentamos al diálogo y las iniciativas promovidas entre diferentes administraciones públicas para materializar la solidaridad interterritorial e invitamos a todos los gobiernos autonómicos a seguir abriendo caminos que favorezcan modelos de acogida integral destinados a promover la capacitación laboral y la integración de estos jóvenes.
Concluimos invitando a toda la sociedad a escuchar las palabras que el Papa Francisco nos dirigió en su carta del 20 de noviembre del 2023: ¡Gracias por abrir las puertas del corazón a los que sufren! Asimismo, al afrontar estos desafíos, que comprendo no son nada fáciles, les pido que no se desanimen y que sigan construyendo redes de amor y faros de esperanza que iluminen las sendas de una nueva humanidad.
Nos encomendamos a la Virgen María, a la que todos veneramos con gran devoción -con distintas advocaciones- en cada una de nuestras islas para confiarle las esperanzas de todos los menores migrantes y refugiados, y pedir su intercesión por quienes murieron en el océano, para que gocen ya del amor eterno de Dios. Que quienes huyen de sus países encuentren en nosotros un testimonio de esperanza y solidaridad.
† José Mazuelos Pérez, obispo Canariense
† Bernardo Álvarez Afonso, Obispo Nivariense.
† Cristóbal Deniz Hernández, Obispo Auxiliar de Canarias